Sexo masculino, 41 años, soltero con una convivencia de 7 años recientemente terminada.
Profesión: fiscal de la nación(dicho con orgullo), castaño, estatura media 1, 79, ojos miel, sonrisa de conejo.
Estilo de vestir: “La Martina”
Deporte: Polo
Si Pablo $$ fuera una canción seria: Moneyde Pink Floyd
Con un aire similar un parecido a…. Rossi, el marido de Ileana Calabro.
Bonus Track: Me dicen también que me parezco a Rodríguez Palacio el cocinero, ese me gusta mas aunque no se cocinar, pero tengo plata para pedir, jajaja (Que cómico che)
¿Qué hacer en un bar si una de tus amigas se va y la otra se pone a hablar muy interesadamente con un señor?
Aunque muy considerada, mi amiga, cada tanto me miraba o me preguntaba algo, el señor que estaba con ella también hacia un intento por integrarme, pero el amor y la atracción entre ellos eran mas fuertes, al rato ya estaban los dos tortolos, mirándose a los ojos, diciéndose cositas al oído, luego risitas y agarradita de manos, era inevitable, por mas buenas intensiones y consideraciones de ambas partes yo me sentía incomoda, como sapo de otro pozo.
No encuentro otra solución que volver a casa, me acerco a mi amiga y se lo digo al oído, me pide por favor que la banque un rato mas, no quiere quedarse sola y regalada, intenta integrarme nuevamente a la charla, el señor me pregunta algo, me predispongo, sonrió y respondo pero me quedo hablando sola porque el señor no tiene interés en mi respuestale esta acariciando la espalda a mi amiga y se le ocurre algo bonito para decirle al oído, mi amiga se ríe, el se ríe, yo no se que hacer ¿Debo reírme?
Resignada me recuesto en la barra, si al menos tuviese el teléfono podría chequear mensajes pero se me quedo sin batería hace mas de una hora.
Se me para un señor al lado que podría ser Brad Pitt o Mickey Rourke después de filmar
“El Luchador”, lo mismo daba, cualquiera que me hablara en ese momento iba a tener éxito
– Que buena amiga sos, te estoy mirando hace un rato-
Sonrió, -Eso hacemos las amigas ¿No?
-Soy Pablo, ¿Vos?
-Maca
-¿Y que haces de tu vida cuando no le haces favores a tus amigas?
Lo que siguió es la típica charla de dos personas que se conocen en un bar, media hora después mi amiga estaba empalagada de besos y arrumacos y decidimos irnos, le deje mi teléfono a Pablo $$.
Estaba saliendo hacia muy poco con un Señor de esos que se creen que después del cuarto beso que te dio y no le corriste la cara, vos estas enamoradísima de él, entonces se empiezan a sentir asfixiados, le falta el aire, añoran su libertad y empiezan a desaparecer y aparece cuando quieren,( no me preocupo ya por este tema, es un mal social, no particular).
En fin, yo estaba hinchada las pelotas y había decidido DEVOLVERLE SU LIBERTAD, por lo que no le contestaba los mensajes y llamadas que me hacia.
Estaba volviendo de un viaje y recibo, uno, dos, tres, y cuatro mensajes de el, leo solamente el ultimo donde me decía,- Estoy cerca de tu casa, ¿Qué te parece si voy a merendar?
no se porque se me ocurre responderle y le digo:
No estoy en casa, estoy volviendo de viaje
EL: ¿Que tal el viaje?, ¿Mucho transito en la ruta?
Yo: Todo bien, (Y IRÓNICAMENTE) le escribo: si la ruta tranquila, igual si queres saber mas, pone Crónica que seguramente te van a dar mejor información.
Al rato, recibo otro mensaje que decía: A ver, ahora llego a casa y pongo.
A los 5 minutos otro mensaje: ¿Sabes que numero de canal es Crónica? No lo encuentro, va capaz Multicanal no lo tiene.
Pensé que me estaba cargando, a la ironía se le responde con mas ironía.
Pero no, a los 5 minutos me manda otro mensaje donde me decía: Cualquiera me tiraste, no están informando el transito, esta Cristina en cadena Nacional.
Resulta que hace un tiempo vengo viendo por mi amada cuidad de Buenos Aires, por distintos barrios, el grafiti, casi suplica “Mas amor por favor”.
Voy viajando en el colectivo, o caminando, o en auto y lo veo, lo miro, lo analizo, me tildo pensando cada vez que lo veo en ¿Quien puede tener las ganas?, ¿La personalidad tan altruista?, capaz de invertir dinero, tiempo y ganas en comprar aerosoles y salir a la calle a pintar esta leyenda en todos lados, corriendo el riesgo de que la policía lo persiga, o que salgan a correrlo los dueños de la casas. Es que no se me ocurriría a mi hacer eso ni nada parecido, similar. Por lo que este acto me parece loquísimo y me provoca muchísima admiración.
Es que detrás de un poema, de una publicidad, de una canción, de una película, de un discurso político si se quiere, hay un incentivo comercial o un por que o para que hacerlo.
No es que desconfié del espíritu de Jhon Lennon cuando compuso Imagine, totalmente buen intencionada y llena de buena energía, pero detrás de todo había una discográfica, un vender discos, un algo que me explica la razón de ser, el porqué, para que, para quien.
Este grafiti va mucho más allá, me supera, me desconcierta, me cuesta creer que exista una persona proclamando a la sociedad violenta en la que vivimos, más amor por favor, sin esperar nada a cambio.
Yo sé que los dueños de las casas, los edificio donde esta persona escribe su leyenda van a estar puteando en base doble, una por la tarada/o que le escribe y arruina la pared pero además la tarada que la menciona y se confiesa admiradora. Perdón a toda esa gente pero es inevitable y no puedo dejar de sorprenderme que haya un corazón tan altruista.
Una tarde como cualquiera, bueno no como cualquiera, era una tarde radiante de primavera de esas que hacen que uno se sienta bien y feliz porque si, por nada en especial por el simple hecho de estar vivo y caminar bajo el sol, sin sentir frio ni calor, disfrutando todas esas cosas que nos regala la primavera, y en ese estado de bienestar como para sumar dicha tuve una revelación, un descubrimiento divino.
Ahí estaba, por fin alguien me había interpretado, alguien había leído mi mente y la había plasmado enla realidad, después de caminar y caminar durante 35 años tenia frente mío, lo que quería, lo que buscaba hacia tanto tiempo, no me entraba en el cuerpo tanta felicidad, estaba frente a mi, detrás de un vidrio, impecable, reluciente, orgulloso, luminoso, hermoso,……………… “el vestido” de mis sueños, era ese, no me quedaban dudas, lo supe apenas lo vi, tenia el largo correcto, la tela, el color, el corte, las costuras, los botones, los detalles, me zambullí sin perder un minuto mas adentro del local, ese vestido tenia que ser mío, yo y mi cara de felicidad irrumpimos contagiando de alegría a todo ser viviente presente, es decir uno, la vendedora.
Una chica simpatiquísima que llevaba muy bien su posición, entusiasta y proactiva, de esas dispuestas a desordenar toda la pila de remeras o dejarte probar hasta el ultimo trapo y decirte que todos te quedan divinos con tal de que te lleves algo.
Yo: Hola ¿Que tal?
Vendedora: Bien, ¿Cómo estas? ¿En que te ayudo?
Yo: Quería ver el vestido que tenes en vidriera, ¿Me lo puedo probar?
Vendedora: Si obvio, a ver….espera que lo busco, dice esto mientras revuelve perchas
Yo espero ansiosa
Vendedora: ¡Acá esta! Y me alcanza el vestido con aire triunfal.
Lo miro apenas y con cara de desilusión – Discúlpame pero no es el mismo-
Me mira desconcertada
Yo: Fíjate que ese tiene otro escote, yo quiero como el de la vidriera con las tiritas
Vendedora: Tenes razón, vuelve a poner el vestido en el perchero y sigue revolviendo y saca otro vestido – ¡Acá esta!, es este, me lo acerca
Yo, sin agarrarlo lo miro desilusionada –Pero ese es rayado, yo quiero como el de la vidriera a lunares.
Vendedora: Bueno pero es el mismo modelo, es igual ¿No te lo queres probar?
Yo: ¿Pero igual al de la vidriera no lo tenes?
Vendedora: (Ya no tan entusiasmada pero haciendo un esfuerzo) – Espera un momento me fijo atrás si quedo alguno
Espero unos minutos, sola y esperanzada, escucho que ella esta revolviendo bolsas se escucha el crac, crac del polietileno.
Regresa con una pila de bolsas esperanzada y sonriente ella también, compartimos el mismo sentimiento, eso es bueno, las pone en el mostrador y comenzamos de nuevo la búsqueda.
Vendedora: Acá esta, es este ¿No?
Yo: No, este es largo.
Vendedora: Tenes razón, sacamos el segundo de su bolsa,….. largo también
Vamos por el tercero
Vendedora: ¡Acá esta!, yo sabia que me tenía que quedar uno.
Yo feliz, si este si es, lo miro por todos lados y si, es, me lo estoy por probar pero momento, le falta el cierre, esta fallado, se lo digo – Mira esta fallado no tiene el cierre.
Vendedora: Tenes razón, que raro, vino fallado, ¿No te lo queres llevar igual? Te hago un descuento.
Lo pienso, me tiento, miro el vestido de vidriera, miro el cierre que tiene y que le falta al que me ofrecen y me decido por un NO, no va a quedar bien, el cierre original no lo voy a encontrar por ningún lado, no es un cierre común y es un detalle importante del vestido.
Llegamos a la última bolsa, la abrimos sabiendo que es nuestra última oportunidad, esto le da más importancia al acto.
Por fin, ahí estaba, era tal cual, miro cada detalle y no tiene falla, perfecto salvo por………….
Vendedora: A me vas a matar pero esta reservado, me muestra un papel que saca de la bolsa que dice: Ceci $ 100, debe $300.
Vuelve mi cara de desilusión e infelicidad, seré exagerada pero tenia ganas hasta de llorar, me preguntaba ¿Porque exhibían algo en la vidriera que después no me podían conseguir? ¿Por qué el destino nos hace creer que podemos tener algo, nos lo muestra, nos entusiasma y luego nos lo quita?, cosas duras a lo que nos expone la vida.
La vendedora me mira y creo que siente cierta culpa, busca mi sonrisa nuevamente.
Vendedora: Hagamos algo, (lo dice mientras me guiña un ojo), llévate el vestido lo usas con cuidado el fin de semana y el lunes me lo traes y te llevas otra cosa, otro vestido o lo que sea, lo vienen a buscar el martes, así que, unos días te lo puedo prestar ¿Qué te parece?
La miro incrédula, no puedo creer que de verdad me esta ofreciendo esa solución
Yo: No, no, no me sirve, no quiero usarlo un par de veces y que no sea mío, devolverlo, y encima llevarme otro vestido consuelo, gracias pero no es lo que quiero, no es lo que busco, no es lo que hago.
Vendedora: Bueno ¿No se que decirte?, lo intente.
Yo: Si gracias, chau y me voy con la mirada perdida
Vendedora: Chau, espero que lo superes.
Yo: Gracias.
Mientras vuelvo caminando a mi casa ahora sin ver ni sol, ni colores, ni flores, ni primavera, advirtiendo ahora que la ciudad esta muy sucia, están de paro los camioneros y en cada esquina se acumulan bolsas de basura que además de desagradables a la vista son desagradables al olfato y para condimentar la escena desagradable rodeadas de palomas negras, feas, con pinta de sucia y enfermas que se rascan y comen de la basura putrefacta, advierto también que en el sur se puso negro, es cuestión de tiempo, en breve se viene una tormenta terrible con rayos truenos y demás.
Me pregunto a mi misma:
¿Seré muy determinante? ¿Esto es una virtud o un defecto?¿Hay que transar a veces? O ¿Hay que seguir e ir detrás de lo soñado o anhelado? ¿Cuando hay que apretar el freno y replantearse los objetivos? ¿Me estoy perdiendo de algo si no lo hago? ¿Se puede ser feliz con algo distinto a lo esperado o soñado?.
Necia, necia soy, al otro día, después de la lluvia, de los relámpagos y los truenos cuando ya lo peor había pasado y el tiempo parecía componer, me levanto tempranísimo y me voy a recorrer la calle cabildo de punta a punta buscando “el vestido”, ni uno parecido, ni similar, ni fallado, ni usado, ni de otra.
Frase del día: Te vi, llevabas un vestido cuadrille, ya se que trate bastante mal, no se si eras un ángel o un rubí yo simplemente te vi, Fito Páez
Pasaron los meses y yo me olvide de Silvio, empecé a caminar tranquila por mi barrio y ya me había acostumbrado a mi nuevo gimnasio.
Incluso llegue a abriry a usar el perfume que Silvio me había regalado, “Very Irresistible” de Givenchy.
Una mañana como cualquiera me llama Lali mi mejor amiga al trabajo, estaba toda dolida y dio mil vueltas para hablar el dialogo que tuvimos fue el siguiente.
Lali: Hola, me vas a matar, ayer hice algo imperdonable.
Se me vino un panorama negro, me preocupe, con Lali somos amigas desde los 5 años, nunca en mi vida se me cruzo pelearme con ella por nada, ¿Pero que era lo imperdonable?
Yo: ¿Que paso? (pregunte con miedo)
Lali: Bueno ayer estaba media tristona, me puse a llorar por Sebas que hace rato que no me llama, bueno vos sabes.
Yo: Si ya se, me hubieses llamado ¿Qué cagada te mandaste?
Lali: Bueno estaba en eso y me toca el timbre Silvio con una picada y una botella de champagne.
Yo: Si
Lali: Bueno nos pusimos a hablar, le conté toda la historia de Sebas, cominos y tomamos champagne, y una cosa llevo a otra, me consoló y demás.
Yo: (ya mas tranquila, creí adivinar la historia que venia) Si
Lali: Boluda me vas a matar terminamos transando y curtiendo.
Yo: Boluda me asustaste ¿Era eso?
Lali: (SORPRENDIDA) ¿No te jode? Pensé que me ibas a matar.
Yo: Pero no, todo bien, si a mi no me gusto nunca, te lo regalo.
Lali: No sabes como me tranquilizas, pensé que te ibas a enojar, no sabia ni como decírtelo.
Yo: No mi vida quédate tranqui mientras puedas, lo único que te digo tene cuidado vos ya sabes mi historia con Silvio.
Lali: Si ya se, pero el esta mucho mas tranqui, no es que me encante pero ayer la pase tan bien, me hizo muy bien estar con el.
Yo: Sabes que me re alegro.
Lali: Bueno hablamos mas tarde porque justo esta Silvio escribiéndome en el chat, esta como loco.
Yo: Dale besos, amiga suerte con eso.
Si a mi me valió cambiarme de gimnasio, que la verdad no fue muy traumático. A Lali conocer a Silvio le costo una mudanza que fue muy traumática, A las dos semanas de estar con Silvio se tuvo que mudar porque Silvio la volvió loca con acosos y persecuciones. Pobre Lali, yo se lo adverti…..
La cartera se la regale al encargado de mi edificio, que se puso muy contento, se la iba a regalar a su mujer.
El miércoles fui al gimnasio nuevamente, repetí la estrategia, Javi me tranquilizo, me dijo que Silvio (el acosador) desde el lunes no iba, mientras estaba tranquila haciendo mi rutina a quien veo por un espejo a Silvio, no tenia escapatoria, no me podía ir sin que me viera, a diferencia de lo que esperaba, Silvio no se me acerco, me saludo de lejos con la mano y una sonrisa y se puso a histeriquear con otra chica, cada tanto sentía que tenia la mirada de Silvio en la nuca o en el culo pero no me hice cargo, termine mi rutina lo antes posible y me fui, había hecho una cuadra caminando lo mas rápido posible cuando siento que me llaman, una persona me estaba siguiendo, a esta altura ya sentí miedo, por suerte eran recién las 9 de la noche y la calle estaba súper transitada, me di vuelta, venia casi corriendo Silvio (el acosador), con un paquete en la mano, parece que era otro regalo, tuvimos una discusión fuerte en la esquina, la gente pasaba y nos miraba, no me acuerdo bien que dije, pero estaba sacada, a los gritos le dije a Silvio que me dejara en paz, el forcejeo con migo hasta que me metió en el bolsillo el paquete que traía, por más que le dije de todo no acepto que no le recibiera el regalo, que lo había comprado solamente pensando en mi, que por mas que nos viéramos nunca mas el quería que lo recibiera, me fui a mi casa, camine las 2 cuadras casi corriendo y puteando, hasta la primer cuadra lo pude ver a Silvio que se había quedado parado en la esquina y me miraba, por suerte no se le ocurrió seguirme.
Esa noche tome una decisión, era hora de cambiar de gimnasio,.
Durante semanas camine por mi barrio mirando para todos lados, con miedo, sospechando que Silvio me seguía o me miraba desde algún lado, con rabia me busque otro gimnasio, que me quedaba un poco mas lejos y me salía mas caro pero ganaba en tranquilidad no quería cruzármelo mas a Silvio (el acosador).
Ustedes pensaron que acá se terminaba la historia, bueno yo también, pero no estamos equivocados queridísimos amigos.
El lunes después del trabajo, decidí ir al gimnasio, pero esta vez tome precauciones, esta vez Silvio ( el acosador) no me agarraba, entre a la recepción y le pregunte a Javi si estaba Silvio, no hizo falta que le explique nada, Javi parecía entender todo, me dijo que Silvio hacia media hora se había ido, -Pero te dejo esto- y saco una bolsa de abajo del mostrador, una bolsa, ni quise abrirla ni agarrarla, le dije que cuando lo vuelva a ver se la devuelva. Pero Javi me la dio nuevamente, estuvimos unos diez minutos pasándonos la maldita bolsa que parecía tener brasas hirviendo, ninguno de los dos la quería tocar. Javi me convenció que me la llevara cuando me dijo que por favor no lo comprometiera mas, que Silvio (el acosador) había hablado con el dueño, que le había contado que Javi el sábado había llegado tarde a abrir el gimnasio y además que se pasaba todo el tiempo mirando con cara de degenerado a las chicas del gimnasio, ¡Pobre Javi!, nunca en mi vida me miro, no conozco gay mas reprimido que Javi, en fin no quise meterlo en mas problemas y le dije que cuando terminara la rutina me llevaba la bolsa.
Me olvide del tema, si hay algo que no me intrigaba era saber que había adentro de esa bolsa, porque fuese lo que fuese yo no lo quería.
Me fui a mi casa con la famosa bolsa y en mi casa la abrí, adentro había un bolso deportivo, Adidas y un CD, en la tapa tenia la leyenda, “Escucha la canción, eso es lo que me pasa con vos” firma: Silvio.
Puse el CD en la compu y escuche la canción prestando atención en la letra. La canción era Se llama Obsesión, del grupo Aventura, acá se las copio para que vean el tenor de enfermedad de Silvio (el acosador).
A la tarde me llamo por teléfono Silvio (el acosador)
Silvio: Hola reina ¿Como empezaste el día?
Yo: Bien
Silvio: ¿Te gusto el desayuno?, estaba rico mira que lo hice preparar con mucho amor jaja.
Yo: No la verdad no me gusto.
Silvio: Pero ¿Por qué? Yo pensé que te iba a gustar.
Yo: Mira Silvio si nosotros estaríamos saliendo me hubiese encantado, me hubiese muerto de amor, así que tenelo en cuenta para cuando tengas una novia.
Silvio: Pero yo te lo quise mandar a vos.
Yo: Bueno hiciste muy mal, ¿Qué parte de la charla de ayer no te quedo clara?
Silvio: La entendí, pero vos tal vez estas muy cerrada al amor.
Yo: ¿Y si es así que? ¿Sos psicólogo vos? Mira Silvio me pareció horrible tu gesto, lo que haces es chantaje, sos muy manipulador o me queres hacer sentir culpa y sabes que, eso no va a pasar, yo ya tome una decisión y dedique una hora de mi tiempo en explicártela, con la mayor claridad del mundo.
Silvio: Pero es un lindo gesto.
Yo: Si pero con la persona equivocada.
Silvio: Aflójate un poco, ni que te hubiese mandado algo feo.
Yo: ¡Ya se que no me mandaste una gallina muerta en un gualicho umbanda!, pero igual no me gusto, me estas obligando a ser descortés o mala con vos, ¿Porque no entendes lo que te digo?.
Silvio: Bueno si que sos difícil.
Yo: No soy difícil, lo que pasa es que vos no me gustas.
Silvio: Bueno entendí, perdóname por haberte querido sorprender con algo lindo, quise que empezaras bien el día.
Yo: Bueno no lo conseguiste, te pido que no lo hagas mas, seguí con lo tuyo.
Silvio: Bueno no te voy a molestar mas.
Yo: Me parece perfecto, te mando un beso que sigas bien.
El sábado a la mañana, como todos los sábado fui cerca de las 11 de la mañana al gimnasio.
Me relaja empezar el día haciendo actividad física, pero ese día no iba a ser así. ¿Quien estaba en el gimnasio esperándome?:
Opción 1: La pantera rosa.
Opción 2: Piti Álvarez.
Opción 3: Silvio (el acosador).
No hace falta que les diga cual es la opción correcta, todos la sabemos,
Había cometido la estupidez de decirle al Silvio (el acosador) que me gustaba ir al gimnasio los sábados a la mañana.
Silvio a las 9 de la mañana estaba en el gimnasio que yo iba, lo se porque me dijo que Javier, el chico que trabaja en el gim, llego tarde, el reclamo fue que en el cartel decía sábados abierto: De 9:30 a 15 hs, que el había llegado 9 y 15 y que Javier había llegado recién a las 10 hs, se murió de frio 45 minutos en la puerta.
Esa mañana en el gimnasio tuve un personal trainer para mi sola, y gratis, Silvio ya había hecho su rutina así que le pareció buena idea ayudarme a mi.
Estaba haciendo cinta con la lengua afuera y Silvio (el acosador) me alentaba al lado,me conversaba y hasta se animo a subirme la velocidad dos puntos, hice brazos y lo tenia de ayudante alcanzándome y bajándome las pesas, hice estocada y Silvio me subía y bajaba la pesa y me corregía para que no flexione tanto las rodillas, mientras hice los abdominales Silvio me empujaba la espalda para que subiera un poco mas.
Termine de hacer mi rutina en un estado nervioso terrible, quería empezar a tirar mancuernas por la ventana y pegarle a alguien.
Cuando me iba Silvio (el acosador) se ofreció a acompañarme a mi casa, le dije que si., porque teníamos que hablar.
Yo y mi inocencia pensamos que si no le contestaba los chat y los mensajes y no le atendía el teléfono, solo se iba a dar cuenta que yo no tenia interés en el y de a poco se iba a ir alejando.
Pero me di cuenta que eso no iba a pasar, Silvio (el acosador), no se daba cuenta de nada.
Fuimos caminando las 4 cuadras hasta mi casa y le dije que yo no estaba con ganas de conocer a alguien, que se abriera, al principio empecé la charla sin ser muy especifica, tratando de ser lo mas dulce posible, para no lastimarlo, la típica charla que el me gustaba y que había hecho todo bien, pero que yo tenia ganas de estar sola, el típico “nosos vos soy yo”, pero Silvio (el acosador) era insistente, quería mas oportunidades, que le tenia que dar mas chances así lo conocía bien, que el estaba seguro que lo nuestro podía funcionar.
Se puso tan intenso que tuve que ir graduando mi nivel de dureza, hasta llegar al máximo, fui dura y le deje bien clarito, que no quería saber mas nada con el, que no me llamara ni me persiguiera mas.
Subí a mi casa aliviada, por fin había terminado con toda esa locura. Eso pensé, pero la sensación de alivio me duro muy poco.
Al otro día, domingo a la mañana, día que me gusta mucho dormir hasta tarde, me despiertan unos timbrazos, alguien que estaba abajo se había colgado de mi timbre, asustada voy hasta el portero, pregunto quien es, me contestan que vienen a entregar un regalo, no reconocí la voz, insisto ¿Quien es??, me contestan que es de un lugar de desayunos a domicilio.
Baje a las puteadas, de muy mala gana, en piyamas y con el pelo revuelto, en la entrada había una chica, con cara de yo no fui, con una bandeja, se la recibí, le pedí mil perdones, no había bajado ni una moneda para darle, subí a mi casa con una gran bandeja de mimbre en forma de corazón, con un desayuno al que no le faltaba nada, en mi casa le saque el papel celofán, prendida de una rosa había una tarjeta con la siguiente leyenda: “Espero que algún día podamos despertar y desayunar juntos”. Silvio.
Ahhh bueno mientras comía las medialunas y le ponía agua al te, me preguntaba que parte de mi charla no había entendido Silvio (el acosador).
Decidí que no lo iba a llamar para agradecerle, así quedara como mal educada, yo todo lo que le tenia que decir ya se lo había dicho ayer, esto era una manipulación. Que estaba esperando el, con este gesto, ¿Una llamada mía??, ¿Otra oportunidad???
Parece que comí el desayuno con rabia contenida, porque me cayo como una bomba al estomago.
Llegue a casa y me saque la pintura, me puse un jogging viejo y feo pero que amo y me prepare una merienda, me quería quedar un rato tranquila en casa, tal vez dormir media hora, anoche me había acostado tarde y tenia un poco de sueño, me tenia que reponer a la noche iba con amigas a ver una obra de teatro.
Timbre en mi casa. Rarísimo no esperaba a nadie.
Atiendo por el portero.
Yo: Hola, si quien es???
Silvio (el acosador): Le vengo a entregar un regalo jaja.
Yo: Quien es???
Silvio (el acosador): Soy yo Silvio, pase por acá y te quería dejar un regalito, mira como te estoy malcriando jaja.
Yo: Hay Silvio no puedo bajar ahora me estaba por bañar.
Silvio (el acosador): Dale baja es un minuto, no importa como estés.
Yo: No me lo podes dar después??? Estoy impresentable.
Silvio (el acosador): No señorita tiene que ser ahora, jaja , dale baja no me voy hasta que no bajes.
Yo: Viniste en el peor momento.
Silvio (el acosador): Mira acá esta entrando un vecino tuyo, queres que me habrá y subo??
Yo: Noooo, espera que ya bajo.
Baje como estaba, atrás del vidrio de la entrada estaba Silvio con su mejor sonrisa una rosa roja envuelta en celofán y un chocolate enorme. (le faltaba el peluche solamente).
Lo hice entrar al palier, a ver si encima nos robaban.
Me dijo que estaba muy linda con ese jogging que a mi cualquier cosa me quedaba bien, me dio los regalos, abrí el chocolate y ahí mismo y lo empecé a comer, juro que lo necesitaba, a ver si se me pasaba la amargura que tenía, le explique que estaba sin tiempo, que en una hora me juntaba con amigas para ir al teatro, se ofreció a esperarme a que me bañara y me llevaba, le dije que no, y no se como hice ni que le dije pero logre que se fuera.
Durante toda la obra de teatro sentí el vibrador del teléfono con mensajes de Silvio (el acosador) que entraban, apague el teléfono, y a los mensajes nunca los leí.
Al otro día llego al trabajo prendo la compu, a los 2 minutos::
Silvio (el acosador): Buen día, preciosa.
Yo: Hola buen día.
Silvio (el acosador): Como dormiste? Yo muy Bien.
Yo: Bien, boca abajo como siempre, ja.
Silvio (el acosador): Espero que cuando durmamos juntos también te despiertes de tan buen humor.
Yo: No te lo aseguro.
Silvio (el acosador): Te mande mensajes ayer pero no me contestaste.
Yo: Lo vi hoy a la mañana, ya estaba durmiendo cuando me los mandaste.
Silvio (el acosador): La pase muy bien anoche.
Yo: Para que me están llamando para una reunión, te dejo.
Silvio (el acosador): Bueno dale, después hablamos y arreglamos para vernos el finde.
Yo: Besos, te dejo.
Silvio (el acosador): Besos reina.
Al mediodía, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Estas reina??? Ya almorzaste?
Yo: sin respuesta.
Pasado el mediodía, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Vengo de almorzar, igual liviano porque empecé régimen, siempre me pido milanesa napolitana con papas fritas pero hoy pedí milanesa sola con ensalada, y no me comí el flan que como siempre de postre, ni tome la copa de vino.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador: Debes estar almorzando, gordita, te dejo un beso.
A la media hora, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Volviste de almorzar?? Comiste rico???
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Pero cuanto tiempo te tomas para almorzar??? Que vaguita. Ja,ja,
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Voy a tener que hablar con tu jefe, te están haciendo trabajar demasiado en tu trabajo, ja, ja, ja.
A los 20 minutos, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Volviste de la reunión reina???
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Yo estoy con bastante trabajo, se acaba de ir un cliente.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Me estoy tomando un cafecito para cortar la tarde.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Vengo muy bien con el régimen, no me salí en nada, solo me tienta un bombón, pero sos vos jajajajajajajaja
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): No seas mala no me tientes a salirme del régimen, jajaja.
A los 30 minutos, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Cuando tengas tiempo decime a que hora te gustaría ir al cine el domingo así voy sacando las entradas.
Yo: Sin respuestas.
Silvio (el acosador): No se si te dejo elegir la película jaja, te bancas una de acción, jaja, la elijo yo y vemos puros tiros y autos jajjjaja.
A los 10 minutos, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Che era un chistecito jaja, podes elegir la peli que vos quieras.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Estoy mirando por internet la cartelera de cine, hay muy buenas películas.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): No me hagas ir a ver Sex and de City, jajajaja.
A los 20 minutos, estando en estado ausente en el chat.
Silvio (el acosador): Me estoy tomando un te, porque me dio un poco de hambre y estoy ansioso.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): Leí las criticas de Sex and the City no parece tan mala, si queres hago un esfuerzo y te acompaño, jajajaja.
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): La segunda vez que vayamos al cine, si la elijo yo jajaa
Yo: Sin respuesta.
Silvio (el acosador): No te puede malcriar tanto de entrada jajajaj.
Hasta ahí leí, después cerré el MSN, ya había sido demasiado para mi.
Pasadas las 6 de la tarde, volvía a mi casa y empezaron los mensajes de Silvio (el acosador).
Mensaje 1: Estuviste a full hoy no??? No te vi conectada. Pobrecita la hacen trabajar mucho jajaja.
Mensaje 2: Reina, después contéstame lo del cine, así saco la entrada.
Mensaje 3: Mira que sacrificio hago, hasta acepte a ver Sex and the City jajaja.
Mensaje 4: Yo ya estoy volviendo a casa, vos que hacías???
El jueves salimos, yo en verdad estaba con mucho trabajo así que le sugerí salir el sábado pero le pareció mucho tiempo de espera, me organice y acepte.
Llego 20 minutos antes de lo arreglado, a pesar de vivir tan solo a escasas 5 cuadras de mi casa, no tenia la escusa de haber calculado mal el tiempo, así que, calculo que lo venció la ansiedad. Me tuvo que esperar abajo porque yo no estaba lista.
Fuimos a comer una picada y a tomar algo a un bar que sugirió el como al pasar, pero cuando llegamos para mi sorpresa teníamos una mesa reservada.
Era sorprendente la cantidad de cosas que teníamos en común, yo le decía que me gustaba leer y a el le encantaba leer, se pasaba sábados enteros leyendo, le dije que iba al gimnasio y me pregunto a cual iba, porque a el le gustaba mucho ir al gimnasio y no había encontrado ninguno copado por el barrio, le dije que me gustaba viajar, que en el verano había recorrido toda la costa Uruguaya con una amiga, y el adoraba Uruguay, era su lugar en el mundo.
Creo que hasta la cuarta coincidencia me puse contenta y me resulto casual,después me di cuenta que cualquier cosa que le dijera que me gustaba a el le iba a gustar. Era el típico condescendiente, y ya no me gusto nada, hubiese preferido que me dijera que no le gustaba nada de lo que hacia o me gustaba a mi.
Cuando me dejo en mi casa, se bajo a abrirme la puerta del auto y me acompaño hasta la puerta, detalle que también me molesto, porque en este punto, creo que ya era el el que me molestaba.
Por suerte era tan pero tan correcto que ni intento besarme, solo besito en el cachete y taza, taza cada cual a su casa.
Antes de dormirme chequee el teléfono y tenia tres mensajes de el. En uno me decía que la había pasado muy bien, en el otro que me deseaba dulces sueños y en el tercero me preguntaba si podíamos repetir el fin de semana. No le conteste.
