Primer salida con Silvio (el acosador)
El jueves salimos, yo en verdad estaba con mucho trabajo así que le sugerí salir el sábado pero le pareció mucho tiempo de espera, me organice y acepte.
Llego 20 minutos antes de lo arreglado, a pesar de vivir tan solo a escasas 5 cuadras de mi casa, no tenia la escusa de haber calculado mal el tiempo, así que, calculo que lo venció la ansiedad. Me tuvo que esperar abajo porque yo no estaba lista.
Fuimos a comer una picada y a tomar algo a un bar que sugirió el como al pasar, pero cuando llegamos para mi sorpresa teníamos una mesa reservada.
Era sorprendente la cantidad de cosas que teníamos en común, yo le decía que me gustaba leer y a el le encantaba leer, se pasaba sábados enteros leyendo, le dije que iba al gimnasio y me pregunto a cual iba, porque a el le gustaba mucho ir al gimnasio y no había encontrado ninguno copado por el barrio, le dije que me gustaba viajar, que en el verano había recorrido toda la costa Uruguaya con una amiga, y el adoraba Uruguay, era su lugar en el mundo.
Creo que hasta la cuarta coincidencia me puse contenta y me resulto casual, después me di cuenta que cualquier cosa que le dijera que me gustaba a el le iba a gustar. Era el típico condescendiente, y ya no me gusto nada, hubiese preferido que me dijera que no le gustaba nada de lo que hacia o me gustaba a mi.
Cuando me dejo en mi casa, se bajo a abrirme la puerta del auto y me acompaño hasta la puerta, detalle que también me molesto, porque en este punto, creo que ya era el el que me molestaba.
Por suerte era tan pero tan correcto que ni intento besarme, solo besito en el cachete y taza, taza cada cual a su casa.
Antes de dormirme chequee el teléfono y tenia tres mensajes de el. En uno me decía que la había pasado muy bien, en el otro que me deseaba dulces sueños y en el tercero me preguntaba si podíamos repetir el fin de semana. No le conteste.
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