Ustedes pensaron que acá se terminaba la historia, bueno yo también, pero no estamos equivocados queridísimos amigos.
El lunes después del trabajo, decidí ir al gimnasio, pero esta vez tome precauciones, esta vez Silvio ( el acosador) no me agarraba, entre a la recepción y le pregunte a Javi si estaba Silvio, no hizo falta que le explique nada, Javi parecía entender todo, me dijo que Silvio hacia media hora se había ido, -Pero te dejo esto- y saco una bolsa de abajo del mostrador, una bolsa, ni quise abrirla ni agarrarla, le dije que cuando lo vuelva a ver se la devuelva. Pero Javi me la dio nuevamente, estuvimos unos diez minutos pasándonos la maldita bolsa que parecía tener brasas hirviendo, ninguno de los dos la quería tocar. Javi me convenció que me la llevara cuando me dijo que por favor no lo comprometiera mas, que Silvio (el acosador) había hablado con el dueño, que le había contado que Javi el sábado había llegado tarde a abrir el gimnasio y además que se pasaba todo el tiempo mirando con cara de degenerado a las chicas del gimnasio, ¡Pobre Javi!, nunca en mi vida me miro, no conozco gay mas reprimido que Javi, en fin no quise meterlo en mas problemas y le dije que cuando terminara la rutina me llevaba la bolsa.
Me olvide del tema, si hay algo que no me intrigaba era saber que había adentro de esa bolsa, porque fuese lo que fuese yo no lo quería.
Me fui a mi casa con la famosa bolsa y en mi casa la abrí, adentro había un bolso deportivo, Adidas y un CD, en la tapa tenia la leyenda, “Escucha la canción, eso es lo que me pasa con vos” firma: Silvio.
Puse el CD en la compu y escuche la canción prestando atención en la letra. La canción era Se llama Obsesión, del grupo Aventura, acá se las copio para que vean el tenor de enfermedad de Silvio (el acosador).
