miércoles, 5 de diciembre de 2012

49)¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Mas amor por favor!!!!!!!!!!!!!


¡¡¡¡¡Mas amor por favor!!!!

Resulta que hace un tiempo vengo viendo por mi amada cuidad de Buenos Aires, por distintos barrios, el grafiti, casi suplica “Mas amor por favor”.
Voy viajando en el colectivo, o caminando, o en auto y lo veo, lo miro, lo analizo, me tildo pensando cada vez que lo veo en ¿Quien puede tener las ganas?, ¿La personalidad tan altruista?, capaz de invertir dinero, tiempo y ganas en comprar aerosoles y salir a la calle a pintar esta leyenda en todos lados, corriendo el riesgo de que la policía lo persiga, o que salgan a correrlo los dueños de la casas. Es que no se me ocurriría a mi hacer eso ni nada parecido, similar. Por lo que este acto me parece loquísimo y me provoca muchísima admiración.
Es que detrás de un poema, de una publicidad, de una canción, de una película, de un discurso político si se quiere, hay un incentivo comercial o un por que o para que hacerlo.
No es que desconfié del espíritu de Jhon Lennon cuando compuso Imagine, totalmente buen intencionada y llena de buena energía, pero detrás de todo había una discográfica, un vender discos, un algo que me explica la razón de ser, el porqué, para que, para quien.
Este grafiti va mucho más allá, me supera, me desconcierta, me cuesta creer que exista una persona proclamando a la sociedad violenta en la que vivimos, más amor por favor, sin esperar nada a cambio.
Yo sé que los dueños de las casas, los edificio donde esta persona escribe su leyenda van a estar puteando en base doble, una por la tarada/o que le escribe y arruina la pared pero además la tarada que la menciona y se confiesa admiradora. Perdón a toda esa gente pero es inevitable y no puedo dejar de sorprenderme que haya un corazón tan altruista.



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