Después de meses de soledad y de escuchar reiteradamente a Romi, mi compañera de trabajo, que tenia alguien muy especial para presentarme, accedí a conocer a Segundo.
No me pregunten ¿Porque? Pero no confió mucho en las presentaciones ni en la citas a ciegas. Que una persona tenga por un lado una amiga soltera y por el otro un amigo soltero, no quiere decir que de eso se pueda hacer una pareja por mas buena voluntad que tenga la celestina.
En fin no quise pecar de cerrada y Romina le dio mi teléfono a Segundo.
Hablamos por teléfono un par de veces e intercambiamos algunos mails, en uno de esos mail me mando una foto suya, el ya me había visto en las fotos del cumple de Romi así que no hizo falta que yo le pasara nada. Superada esta prueba un día salimos.
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