lunes, 4 de junio de 2012

17) ¿Que hice mal?


Muchas veces nos encontramos entre sollozos y llantos preguntándonos ¿Porque no nos llamo mas?, ¿Que paso?,  ¿Por qué no le guste?.
Y nos morimos de ganas de ir corriendo, agarrar el teléfono hablar con el y preguntarle
 ¿Qué hice mal?

Salimos 2 meses, todo parecía perfecto, en cada salida nos reíamos mucho, todo era especial entre nosotros, nos mandábamos mensajitos y nos llamábamos, los besos eran dinamita y el sexo una bomba nuclear, pero un día, así de la nada, porque sí, no nos llamo mas.
Recordamos todas las salidas tratando de encontrar un detalle, una mirada, un gesto, analizamos cada charla y no encontramos ninguna respuesta, le lloramos a una amiga, le contamos por quinta vez cada detalle de la relación y mientras nos secamos los mocos y representamos la escena mas dramática de nuestra vida le decimos: - Me gustaría que me diga ¿Qué hice mal?.

Y seguimos con la tortura analizando cada detalle con nuestra amiga, entre las dos sacamos conclusiones erradísimas como estas:



v  Por ahí se dio cuenta que se estaba enganchando y le dio miedo.
v  Boluda, ¿No será gay? Fíjate que era medio delicado en algunas cosas.
v  Le gusta la joda, no buscaba una relación seria.
v  Se acaba de separar, tal vez quiera disfrutar un poco y en unos meses te llama.
v  Para mi le dio miedo, sos demasiada mina para el.
v  Capaz conoció a otra en el medio.
v  Esta en la joda y se dio cuenta que vos sos una mina para casarse.
v  En la casa le recriminan si sale con una goy.
v  Tal vez se sentía inseguro con vos, porque se dio cuenta que tenías mil tipos para elegir.
v  Lo asusto que cobraras mas que el.
v  Tal vez te vio caminando en la calle con tu hermano y se pensó que estabas jugando a dos puntas.
v  Me zarpe mucho en la cama, tal vez quería una chica mas naif.


No, no y no.
Todas estas conclusiones son falsas, erradas, fruto de nuestra incomprensión y la necesidad de tu amiga de levantarte el ánimo para ver si la acompañas esa noche a una fiesta.
Yo también lo hice, lo hago y lo volveré a hacer. (No soy tan superada). Pero no es así.
No se torturen mas, nada hicimos mal, el gusto es el gusto, el sexo es sexo y el amor es el amor, a un hombre le podes gustar, calentar y divertir, pero después de unas salidas puede perder el interés porque no llego a enamorarse.
La única respuesta o conclusión correcta es que el pibe no se enamoro y punto, no es malo, ni tarado, ni tímido, ni gay, ni miedoso, ni puto ni nada.
El hombre que se enamora es igual que nosotras enamoradas y no se fija en si es mucho, o poco, ni puta, ni santa, ni si cobras mas o cobras menos, el amor nos ciega y
los ciega al menos por un tiempo.
Lo que nos pasa es que, como mujeres románticas que somos, pensamos que el amor es lo lógico de un encuentro entre dos personas, y si de verdad se ponen a pensar el amor verdadero no es tan fácil, es algo mágico que solo ocurre a veces.
Por suerte tenemos a los hombres que con su frialdad y su sentido practico nos bajan el copete, sino tal vez nosotras andaríamos saltando de pareja en pareja creyendo que todo es amor.

Cuando tengan otra vez una historia así en vez de llenarse de preguntas y rencores solo piensen:

Porque no llegamos a nada con Sergio, ese chico con el que salimos, que nos llamaba y nos andaba atrás porque se había enamorado de nosotras y un día nosotras (brujas malas) no le atendimos mas los llamados.
Cuando tengan esta respuesta, solo tal vez, también tengan la respuesta de porque no nos atendieron mas el teléfono mas a nosotras.

No se porque estoy tan lucida hoy, no se que me pasa, me voy a guardar esto para dentro de un mes cuando me este preguntando nuevamente

¿Que hice mal?.

Otra cosa, no sean gilas, no se llenen de rencor pensando: Ojala que la próxima mina que conozca sea una puta, lo enganche, le meta los cuernos y lo haga sufrir muchísimo. No, no, no es por ahí, no vale la pena, no pierdan el tiempo en eso.
Solo concéntrense en ustedes, en que todo esto pase rápido y el próximo pibe que conozcan sea el divino y dulce que están esperando.
A la justicia se la dejamos a los jueces o a Dios.


Frase del día: Tanto la quería, que tardé en aprender a olvidarla diecinueve días y quinientas noches. 19 días y 500 noches. Joaquín Sabina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario